Irlandesa, Hambruna
(1845-1849), también denominada "Gran
hambruna" o "Gran hambre", fue una de las muchas hambrunas que padeció Irlanda
durante la primera mitad del siglo XIX, pero se diferencia de todas las
precedentes en el alcance del desastre que provocó.
La
población irlandesa había aumentado de forma masiva en la primera mitad del
siglo XIX, alcanzando casi los 8,5 millones de habitantes hacia 1845,
por aquel entonces la mayor parte de las personas en Irlanda eran agricultores y
su dieta estaba compuesta casi exclusivamente de patatas. También utilizaban las
patatas como moneda de cambio para pagar el alquiler a los terratenientes. Los
terratenientes desahuciaron a cientos de miles de campesinos que se vieron
obligados a emigrar a América y a otros países de habla inglesa.
La cosecha de 1845 fue destruida por un hongo (phytophthora
infestans) conocido comúnmente como roya, que se había propagado desde
Norteamérica hasta Europa. Todas las circunstancias apuntaban a que el desastre
iba a ser inminente a principios del otoño de 1845, pero el gobierno británico
no supo reaccionar a tiempo y fue incapaz de dar una solución a una crisis de
tal magnitud. Durante el invierno de 1845-1846, el gobierno conservador
presidido por sir Robert Peel compró alimentos a la India por valor de 100.000
libras, los distribuyó entre los necesitados y puso en marcha proyectos como la
construcción de un canal para crear puestos de trabajo.
Peel abandonó el cargo de primer ministro en junio de 1847 y
fue reemplazado por John Russell y su gabinete whig, quienes aplicaron una
política económica no intervencionista. Este gobierno consideraba que la clase
acaudalada de Irlanda debía hacerse responsable de asistir a los indigentes y
rechazó las medidas de intervención o ayuda directa del Estado. No obstante, ni
los terratenientes irlandeses ni las Poor Laws unions (organizaciones
para ayuda a los pobres) conseguían hacer frente a la carga que suponía tal
cantidad de población hambrienta. El gabinete de Russell modificó su programa no
intervencionista en 1847, destinó un presupuesto para préstamos y construyó
comedores de beneficencia. La cosecha de patatas de 1847 no se perdió, aunque
tampoco fue abundante. Sin embargo, cuando cientos de miles de personas
inundaron los pueblos y ciudades en busca de ayuda, estallaron epidemias de
fiebres tifoideas, cólera y disentería que se cobraron más vidas que la propia
hambruna.
Los campesinos que consumían los productos
podridos enfermaron y pueblos enteros se vieron afectados por el cólera y el
tífus. Muchos agricultores que emigraron hacinados en los barcos murieron
durante la travesía. La hambruna de Irlanda de 1846-50 se cobró hasta un millón
de vidas a causa del hambre y las enfermedades, y transformó profundamente la
estructura social y cultural de Irlanda, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
La escasa ayuda que el gobierno de Russell había asignado se
agotó a finales de 1847 y el primer ministro solicitó que se cobrara la tasa de
la Poor Law (Ley de los pobres), un impuesto sobre la propiedad destinado
a costear el envío de ayuda a Irlanda, antes de que el Tesoro asignara ninguna
otra suma para este fin. La recaudación de este tributo en un periodo de grandes
apuros económicos vino acompañada, como era de esperar, por una oleada de
desórdenes y violencia. Fueron enviadas a Irlanda tropas de refuerzos compuestas
por unos 16.000 hombres y se impuso la ley marcial en las zonas más conflictivas
del país. La cosecha de patatas volvió a perderse en 1848; además, se propagó
una epidemia de cólera asiático.
El censo de población de Irlanda había registrado 8,2
millones de habitantes en 1841. Esta cifra se había reducido a 6,5 millones
hacia 1851. Pese a que estas estadísticas no son en modo alguno definitivas,
permiten apreciar la magnitud del desastre acaecido. Más de un millón de
personas fallecieron a causa del hambre y de las enfermedades que ésta provocó y
millones de supervivientes intentaron emigrar a Gran Bretaña y Estados Unidos.
Tras la hambruna
un movimiento revolucionario, el fenianismo, sirvió de preámbulo para la Guerra
Civil que desembocó, en 1921, en la creación del Estado libre de Irlanda en el
sur de la isla.
Historia de la
Papa.
Por
Matilde Marichal.
La papa o patata pertenece a la misma familia de plantas que el
tabaco y el
tomate y es oriunda de los Andes chilenos y peruanos. Se cultivó hace unos 4,000
años en áreas montañosas, donde a una altura de más de 14,000 pies no crecía el
maíz, y fue el alimento principal de los incas. El nombre viene de un vocablo usado por los indios del Caribe para denominar
a la papa dulce batata. Los españoles llevaron la planta a Europa alrededor de
1570. A Inglaterra llegó sobre 1586, y aproximadamente en 1610 a Holanda, donde
al principio sólo se usó como planta ornamental. Debido a que es un fruto fácil de cosechar y poco costoso, los pobres fueron
los principales consumidores del tubérculo comestible.
PRESERVACIÓN
Los incas preservaban las papas congelándolas primero y secándolas después.
Después de recoger la cosecha las extendían sobre la tierra y las dejaban toda
la noche expuestas al aire helado. Al día siguiente, hombres, mujeres y niños
extraían el exceso de humedad pisándolas. Este método se repetía por varios días
hasta que, libres ya de humedad, se secaban y se almacenaban. Estas papas secas
eran conocidas como chuñu. Los conquistadores se dieron cuenta enseguida de que
las papas eran un alimento ideal para las masas, al ver que los trabajadores de
las minas sobrevivían gracias al consumo casi absoluto del chuñu.
RUMBO A EUROPA
Cuando los españoles empezaron a trasladar la riqueza minera de Perú a
Europa, avituallaban los barcos con papas. Ya en 1573 la cosecha en España era
lo suficientemente grande como para suministrar cantidades. A Inglaterra debe de
haber llegado, alrededor de 1586, cuando Francis Drake la llevó desde Colombia
después de hacer escala en Virginia, donde recogió a unos pobladores
hambrientos. Fue debido a este incidente que hasta 1930, cuando un botánico
aclaró la situación, se pensó que la papa era oriunda de Virginia; y no se
cultivó en México hasta finales del siglo XIX.
PROPIEDADES CURATIVAS Y AFRODISÍACAS
En los círculos europeos se le atribuyeron propiedades medicinales y
afrodisíacas. Se decía que era buena para evitar la desnutrición. Y que ya fuera
hervida o asada, comida con sal, mantequilla, jugo de naranja o limones y
azúcar, aumentaba la lujuria en ambos sexos.
Acusada de ser la causante de la lepra, fue excluida de la mesa de los
franceses hasta 1780, hasta que un farmacéutico francés, A.A. Parmentier,
sobrevivió gracias a ella cuando fue hecho prisionero por los prusianos.
ARMA DE GUERRA
Tan importante ha sido éste alimento que al arruinarse la cosecha de papas en
Irlanda (entre 1845 y 1849) murieron 1 millón de personas y más de 1,250,000
irlandeses emigraron. Y en 1939 el gobierno alemán acusó a los británicos de
enviar una plaga a sus campos de papas para subvertir el orden en el Tercer
Reich. También en los años 50 los soviéticos acusaron a los norteamericanos de
hacer lo mismo en Alemania del Este.
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